Add parallel Print Page Options

Los hombres escarnecedores alborotan la ciudad;
los sabios calman la ira.
Si el hombre sabio disputa con el necio,
sea que se enoje o que se ría, no tendrá reposo.
10 Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro,
pero los rectos procuran agradarle.

Read full chapter